domingo, 7 de septiembre de 2014

Fauna fauno

Avanza sigiloso hacia el lugar que no existe,
mas existirá en cuanto llegue.


Camina por el borde del abismo reptando en contorsiones de amoroso bífido.
Amoroso puede ser hasta el metal del enjambre que se avecina gritando su oquedad.

Los no lugares son sitios donde avanzar sin sigilo y con prestancia de reptil enajenado, de cornisas enjauladas de ángeles azules sin alas con alas de alados bifásicos trigésimos de pastos recién cortados.

Las flores mueren con silencios atronadores de rayos espantosos despampanantes murciélagos que son lo mismo pero igual; equiláteros equinocios del otro lado del mundo que es abismo que es tortuga que sostiene que es elefante gigante con lomo de plata y oro de platino fino para narices de noches de días de atardeceres espumantes espumosos reídores de la nocturnidad ajena que no ve cuando ellos ven mucho más allá de lo que ve cualquier especie

enajenado enjambre he dicho y quise decirlo de nuevo, repetición sin sentido se hace esencia con gracia de pasarela. No es más que eso el todo de los caminos que el caminante se hace al andar. No es acaso ausencia presencia grito sordo mudo manco cojo de alma sin fosa de muerto común de colectivo errante de nación ajena de pueblo que es otro que no son que no soy que no grita porque no sabe como es el sonido que no sabe por ausencia por presencia por prestancia elegancia de jirafa chillona dueña del todo que no es nada sin nadie que lo vea de árbol que cae sin ruido con ruido lo mismo da, como todo resulta la misma biblia el mismo calefón torá corán almas sin muertos ángeles presos asunciones y ascensiones que nadie entiende porque al final da lo mismo.

El lugar existe existió siempre nunca se fue nunca se irá aunque se había ido pero hubiera vuelto gustoso de haber sido convidado a la fiesta del ausente presente prestante elegante en orgías de cebras aladas que se quedaron con las azules alas aladas del ángel maltrecho estrecho gorila puntiagudo.

Ballenas iceberg tiburón ratón lo mismo da si no hay nada que lo oiga que lo mire que lo toque que lo sienta que lo chupe que lo mastique que lo devore y trague con la voracidad del tiempo.

Nada sin tiempo, sin lugar, es pura caminata de zapatos rojos sin borde sin abismo sin pasillos ni pistilos ni zoológicos donde guardar la alacena de la comida de la alacena de la provisión de la previsión de la no noche que no es día porque todo ya se fue se perdió se rompió se enajenó


se fundió.

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