sábado, 25 de septiembre de 2010

Otras simetrías dialógicas


Busco palabras ajenas que digan lo que esconde el silencio de lo dicho.
Me callo.
Grito.

(Alter): Cayó.

Lo que quiero es imponderable, imperceptible, impermeable. De lluvia, si, o piloto. De avión. De tren, de barco. De barrilete.

(Alter): Se corta.

Si llega, va hasta las nubes. Se enreda, se mueve, planea.

(Alter): El árbol.

Se escapa, (risas). Allá fue.

(Alter): Se quema.

No es de cera, ese era Ícaro. Guirnaldas de papel ignífugas. Llevan cartas.
Vuelven a ser palabras.

(Alter): Palabras, nomás.

Grito.
Me callo.
Encuentro palabras enajenadas que callan lo que muestra el verbo del silencio.

Amar, temer, partir.

(Alter): Sufrir, amar, partir. Y al fin andar sin pensamientos.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Infinito mientras dure





















Pasión y razón
Tanta agudeza para algo tan grave.
Si el instinto va por un lado y la cabeza por otro, el cuerpo estalla.
¿Y el miedo le pertenece a qué esfera, entonces?

¿Por qué si partir sin llegada posible es pura pasión,
llegar y no saber partir es de la razón?
¿Qué divide, efímera línea imaginaria, ecuador de mi mente, hemisferios de qué?

Temor y temblor.
Y Kierkegaard nunca entendió de qué se trataba vivir.

Caballero de la resignación infinita.
Caballero de la fe.

¿Y las damas?
Detrás del ajedrez.

Ni teoría de la guerra que lo explique.
Ni peón, ni reina ni caballo.
Ni de Troya ni árabe.

De nada de esto se trata.
Nebbia, volvete a tu casa.

Y al poeta, entonces...
Que no sea inmortal, puesto que es llama,
Mas que sea infinito mientras dure.

jueves, 23 de septiembre de 2010

¿Cuántas son?

Ayer me preguntaba cuántas primaveras he festejado ya.

Y no es una cuenta que se conteste con la edad –veinticinco abriles que no volverán, ya no son veinticinco-.
Es una de esas que se responden en particular, en ocasión.

La primera fue un picnic, maravilloso, en Loma Verde, a los 10… llovió, para variar, se nos ocurrió ir a caminar por el campo y de golpe nos habíamos metido en el corral de las vacas… y de pronto, el barro hasta las rodillas… y no podíamos salir… la tarde terminó lavando jeans y zapatillas.

La siguiente que recuerdo ya tiene que ser del secundario, de esas jornadas que empezaban desde la mañana para buscar lugar en un parque superpoblado. Y seguían, empujando con los deseos adolescentes a las nubes para que no se hicieran lluvia.

A los 16 hubo una primavera preciosa, enamorada y rosada, de madrugada, soñando con flores eternizadas en canciones de rock. La sigo recordando cada septiembre…

La siguiente fue en un micro de larga distancia, entre lágrimas de no-aniversario y de fin de viaje.

Un par de años después, otra vez, rosada y enamorada, contrariada y obnubilada. Diez años ya y de vez en cuando me pinta una sonrisa de tanta belleza sobre la mesa.

Después, siguientes, siempre brindando, buscando carcajadas, sabiendo que las flores se cortan todas sin que dejen de crecer. Regando a veces, de tanto Bécquer en la adolescencia. Sin Praga y sin París.

Y la última, esta primavera, que llegó antes, bulliciosa, con ruido de olas rompiendo.

No son todas, son las que aparecen, se dibujan, me responden a la pregunta sobre los recuerdos, si son o si se inventan, si pueden inventarse todos o si algunos ya no pueden olvidarse.

Feliz primavera, entonces, una más. Y a festejar.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Cotidiano - Chico Buarque



Todo dia ela faz
Tudo sempre igual
Me sacode
Às seis horas da manhã
Me sorri um sorriso pontual
E me beija com a boca
De hortelã...

Todo dia ela diz
Que é pr'eu me cuidar
E essas coisas que diz
Toda mulher
Diz que está me esperando
Pr'o jantar
E me beija com a boca
De café...

Todo dia eu só penso
Em poder parar
Meio-dia eu só penso
Em dizer não
Depois penso na vida
Prá levar
E me calo com a boca
De feijão...

Seis da tarde
Como era de se esperar
Ela pega
E me espera no portão
Diz que está muito louca
Prá beijar
E me beija com a boca
De paixão...

Toda noite ela diz
Pr'eu não me afastar
Meia-noite ela jura eterno amor
E me aperta pr'eu quase sufocar
E me morde com a boca de pavor...

sábado, 4 de septiembre de 2010

Mborayhu


Brilla como el lucero.
(Sonrisa que brilla)
Vuela sin ver el cielo.
(Mirada que vuela.)

Destila fantasías,
luminosas, ardientes.
Prepara los vientos.
Brisas, torbellinos.

Entran los remolinos
y sale,
cual turba de linos
candente, radiante.

Regala sus alas,
tras tardes oscuras.
Modela las olas,
anima los tiempos.
Sacude tu arena,
te abraza despacio,
te duerme,
y sueñas…
Sonrisas de lunas.
Collares de estrellas...