jueves, 14 de octubre de 2010

A la brevedad, oda.


Brevedad!
Llega!
Cual don de entendimiento.
Recubre a la eternidad.
Imprímele su carácter de efímera,
recuérdale la vida de las mariposas.
Pósate cual ola en la arena, y vuelve
vestida de mar]

Todo aquello que admiramos,
todo ruego que rogamos,
toda simpleza que simula ser perenne,
toda belleza resulta tal porque está
bañada en tí.]

Pero...
Si nos engañamos,
si un para siempre nos sopla al oído el mar,
si la propia existencia se hace inmortal,
si las alas olvidan la cera que las pegó,
entonces,
espera volando por ahí,
aguarda alejada,
complace tontos,
deja que la ilusión se apodere,
aunque ella también no sea más,
que un sólo instante.

Brevedad.

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