viernes, 26 de noviembre de 2010

Atrapados


En el aire entre los dos
brillo una copa rota
(Beilinson - Solari)

Y de repente, la puerta se abrió.
Los rostros entumecidos temieron.
Cayeron gotas de sudor sobre la alfombra.

Las miradas buscaban otras miradas,
las mandíbulas flojas,
los brazos hacia abajo.

Los cuerpos no podían moverse,
las palabras no sabían decirse.
Los cuerpos temblaban,
las palabras susurraban.

El aire espeso, entre varios se enmoheció.
La copa rota voló por el aire.

La puerta se cerró.
Nada iba a ser igual otra vez.

El del sombrero negro, intentó empuñar su arma.
El de su derecha, agarró con timidez una faca.
Enfrente de ambos, y no ya en el fondo, la muerte.
(Allá en el fondo está la muerte, pero no tenga miedo)

Se miraron, no miraron.
Se respiraron en el intento de sacar ese aire por última vez.

El dolor en los intestinos, el olor al miedo,
el intento de levantar los brazos y disparar.

La puerta se volvió a abrir.
Los temidos rostros se entumecieron.
La alfombra cayó sobre las gotas de sudor.

Nada volvió a ser igual.


2 comentarios:

  1. Gretelita, muy lindo! Tan solo me pregunto y luego te preguntaré cuan tornada anda esa puerta. Un beso grande!

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  2. En el allanamiento clausuraron el local. Se llevaron a los muertos, no hay puertas ya.

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