Proserpina
fue hija de Ceres y Júpiter; una diosa encantadora, raptada -para hacerla su
esposa- por Plutón. Ceres la buscó por todos lados, pero no pudo hallarla,
entonces, Júpiter, preocupado, mandó a Mercurio para que Plutón liberase a su
hija.
Plutón
obedeció, pero antes de dejar a Proserpina partir, le dio de comer seis
semillas de granada, que simbolizaban la fidelidad en el matrimonio. De éste
modo, ella tendría que vivir seis meses al año con él, y el resto con su
madre.
Ésta
es pues la razón de la primavera: cuando Proserpina vuelve con su madre, Ceres
decora la tierra con flores de bienvenida... hasta el otoño, en que Proserpina
vuelve al Hades y todo vuelve a perder color...
Estemos
prontos para recibir a la linda Proserpina que está llegando. Y, como
corresponde, dejo la maravillosa canción de Spinetta...
Dame una palabra...y yo te daré dos,
¡oh bailarina!
Y mírate microbio...
en el haz de luz,
de Proserpina...
Y es que tu amor es un arco dorado...
tu amor es un círculo mágico...
tu amor es un eco de luz...
y ¿ cómo ajustarlo a tu vida...
una vez más ?
Solo la esperanza,
guía la verdad...
uh mediodía...
Cuida de mis alas,
en la ingratitud...
oh, Proserpina...
Y es que tu amor es un arco dorado,
tu amor es un río divino...
tu amor como un árbol de luz...
y ¿ cómo ajustarlo a tu vida...
una vez más ?
Una caja fuerte,
y un viejo reloj,
ya no me sirven...
Quiero tus tesoros,
ya, hermosa flor...
Oh, Proserpina...!
Y es que tu amor es un arco dorado...
tu amor es un círculo mágico...
tu amor es un eco de luz...
y ¿ cómo ajustarlo a tu vida...
una vez más?
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