miércoles, 13 de julio de 2011

Tempestades oscilantes


Vine a buscar el listado de cosas que me hacen feliz.
Lo encontré, y pensé que hoy no me hizo cosquillas salir temprano del trabajo, ni dormir la siesta, ni el sol en la cara.
Ni taparme con el acolchado gordito ni una canción.
¿Será que la tristeza lo tapa todo?
¿Para dejar de estar triste hay que saber por qué uno está triste?
¿Hay que dejar de estar triste? ¿Qué clase de absurdo embrujo hace que el trinar de los aparentes mismos pájaros dejen de ser melodías para ser ruido?
¿Qué hay de regodeo en las lágrimas propias? ¿Cuánto hay de ridículo en una sonrisa vacía?

Y son preguntas, y son respuestas, aunque no parezcan, porque parece que en todo hay un poco de nada, y aún en la nada, tiene que estar el todo. Porque no hay explicaciones a veces, pero eso es inexplicable en este razonar occidental moderno y pos-todo.

Si en la simpleza está la belleza,
si la belleza no es más que ese trinar,
que esas hojas secas,
que esos árboles desnudos,
que esas estrellas que no se ven en todos lados...

¿Son antifaces que tapan lo bello? ¿Son puntos de vista de cualquier ciego? Parecen los gritos mudos de los sueños. Y pienso en Munch... y un poco de horror, y en eso calma la tempestad... ¿cómo es posible calmar la tempestad pensando en un terremoto? Oscilantes tempestades que parecen traer olas cada vez más enérgicas...

domingo, 10 de julio de 2011

Ciudad de pobres corazones - Fito Páez

En esta puta ciudad
todo se incendia y se va,
matan a pobres corazones,
matan a pobres corazones.
En esta sucia ciudad
no hay que seguir ni parar,
ciudad de locos corazones,
ciudad de locos corazones...
No quiero salir a fumar,
no quiero salir a la calle con vos;
no quiero empezar a pensar
quién puso la hierba en el viejo cajón.
¡Buen dia Lexotanil!,
buen dia señora, buen dia doctor;
Maldito sea tu amor,
tu inmenso reino y tu ansiado dolor.
¿Qué es lo que quieres de mi?
¿Qué es lo que quieres saber?
no me veras arrodillado,
no me veras arrodillado.
¡Dicen que ya no soy yo!
que estoy mas loco que ayer.
Y matan a pobres corazones,
matan a pobres corazones.
No quiero salir a fumar,
no quiero salir a la calle con vos;
no quiero empezar a pensar
quien puso la hierba en el viejo cajón.
Buen dia Lexotanil,
buen dia señora, buen dia doctor.
Maldito sea tu amor,
tu inmenso reino y tu ansiado dolor.
En esta puta ciudad
todo se incendia y se va,
matan a pobres corazones,
matan a pobres corazones...
matan a pobres corazones...

viernes, 8 de julio de 2011

Lenguaje



Dice Cortázar en alguna página de "Diario de Andrés Fava":


Se dice -y uno sonríe-: "El lenguaje me impide expresar lo que pienso, lo que siento". Más cierto sería decir: "Lo que pienso, lo que siento me impiden llegar al lenguaje". Entre mi pensar y yo, ¿se opone el lenguaje? No. Es mi pensar el que se cruza entre mi lenguaje y yo.

Ergo no hay otra salida que izar el lenguaje hasta que alcance autonomía total. En los grandes poetas, las palabras no llevan consigo el pensamiento; son el pensamiento. Que, claro, ya no es pensamiento sino verbo.

No puedo más que compartirlo. Y seguir rendida a Cortázar...